Es campeona del mundo, ostenta un récord mundial y además es osteópata. Además de sentirse orgullosa de lucir el logo de Synergy en su vela, también es la última deportista patrocinada por Synergy que no sólo consume productos Synergy, sino que además los comparte con pacientes en su práctica médica que desempeña en Inglaterra.
Zara Davis aprendió el arte del windsurf a los 13 años, pero hizo un paréntesis en el deporte desde los 15 hasta los 27 años. El que era su jefe en ese momento le hizo recuperar su pasión por el windsurf y desde entonces no ha parado. Retomó el deporte rápidamente e incluso conoció a su marido mientras surfeaba en el lago.
En mayo de 2016, con casi 50 años de edad, Zara consiguió su primer título mundial de windsurf de velocidad en la categoría femenina compitiendo en la Dunkerbeck GPS Speed Challenge de Fuerteventura. No sólo ganó al resto de mujeres de la competición, sino que registró mejor tiempo que más de la mitad de los hombres. Zara también ha sido campeona de Europa de windsurf en seis ocasiones y muchos la conocen como “la mujer más rápida sobre el agua” con los récords mundiales en windsurf de velocidad a 34,74 nudos y en 500m a 45,83 nudos (más de 85 km por hora).“Me encantan los retos y adoro estar en el mar”, confiesa Zara. “Por alguna razón, descubrí que tengo un don natural para el deporte. Se necesitan años para ser bueno en algo, pero cuando lo logras, obviamente te centras en esa disciplina. Utilizo mi talento para inspirar a los más jóvenes, sobre todo a las chicas jóvenes, a practicar deporte y probar el windsurf”.
El windsurf se basa en gran medida en la calidad y estructura de la tabla y la vela de un windsurfista. Ambas estructuras están construidas y emparejadas para conseguir el máximo en las corrientes de aire. La vela de un windsurfista de velocidad duplica casi el tamaño de una vela de windsurf recreativo, ya que necesita aprovechar el máximo viento posible. Zara explica que la física de una vela de windsurf puede compararse a la física del ala de un avión. La vela tiene que tener la inclinación exacta para aprovechar y utilizar el viento para moverse.
Pero no te engañes. No todo el que cuenta con el equipo correcto puede hacer windsurf de velocidad. Cuanto más viento aproveche un windsurfista, mayor es la dificultad para agarrarse a la vela. Controlar con éxito una vela y tabla de windsurf de velocidad requiere muchísima fuerza. Zara mide 1,83 y tiene mucho músculo magro que debe conservar para tener éxito en su deporte. Su estatura es una importante ventaja en el mundo del windsurf de velocidad.
Según Zara, el windsurf de velocidad requiere también un grado de valentía. Imagínate viajar a más de 80 km por hora sobre el agua, perdiendo el equilibrio y golpeándote de repente contra el agua. No te puedes sentir bien.
“Todo lo que tiene que ver con el windsurf requiere un gran esfuerzo físico”, afirma Zara. “Lo más complicado es el equilibrio y la estabilidad. Utilizas todo el tiempo cada músculo del cuerpo. Por este motivo, supone una gran carga para el sistema cardiovascular”.
Para entrenar en el agua, Zara se desplaza a unas cuatro horas de su casa en la costa de Bristol hacia el West Kirby Marine Lake. Además de trabajar a tiempo completo, Zara pasa hasta 15 horas a la semana nadando, montando en bici, corriendo, haciendo Pilates y entrenamiento en suspensión. Sigue una dieta nutritiva, bebe mucha agua y se asegura de que los suplementos nutritivos de gran calidad formen parte de su rutina diaria. Ahora esa rutina de suplementos incluye ProArgi-9+, e9, Phytolife y Mistify. Es un ejemplo vivo de salud para todos sus pacientes de osteopatía.
“Trabajo con muchos deportistas de élite y me sentiría muy incómoda al poner algo en práctica que supiera que no es puro”, asegura Zara.
Y como deportista de élite, Zara reconoce un buen producto en cuanto lo ve. La profunda comprobación de calidad y los estrictos estándares de producción que Synergy requiere en sus plantas de producción hacen que Zara esté segura de que los productos de la compañía cambiarán su rendimiento deportivo y la vida de sus pacientes.
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