El Desierto del Sahara es uno de los lugares más inhóspitos de la Tierra. Bajo el abrasador sol marroquí, las temperaturas suelen estar por encima de los 50 grados centígrados. Es aquí, azotados por fuertes vientos de arena enfrentándose al mismo tiempo a la sed y al cansancio, donde surgen los campeones en los siete días y 256 km del Marathon des Sables.
Durante los últimos 28 años, los ultramaratonianos han acudido a este desolado paisaje, ansiosos por asumir el reto de lo que se conoce como “la carrera a pie más dura del mundo”. El evento de este año descubrió al consumidor de Synergy Grégoire Chevignard entre sus corredores, un lugar en el que jamás se hubiera imaginado unos años atrás. Confió plenamente en los productos Synergy para que le estimularan en su travesía y terminó la carrera con fuerza luciendo una camiseta con la marca Synergy y una sonrisa de alivio.
Grégoire sería el primero en decirte que no es un deportista profesional. Él tiene un trabajo normal de jornada completa y una vida familiar ajetreada en París con su mujer y sus tres hijos. Su experiencia en la competición empezó relativamente de forma modesta. Tras un paréntesis de 19 años después de terminar su primera y única maratón, él y sus hermanos se inscribieron en el 10K como una apuesta familiar. Sus horribles tiempos tan sólo alimentaron su espíritu competitivo; inmediatamente se inscribieron en la Maratón de París en abril de 2014 disponiendo de seis meses para entrenarse para el evento.
A medida que el evento se acercó, Grégoire sintió dudas sobre seguir adelante pero, en lugar de anular su inscripción, satisfactoriamente transformó su pánico premaratoniano por una nueva inscripción en una carrera más dura incluso después de la Maratón de París. Ahora estaría preocupado por la carrera 63K del mes que viene, lo que hizo que la próxima maratón pareciera un reto mucho más suave. Y así comenzó su pasión por las carreras. Durante el pasado año se ha enfrentado a más de una docena de carreras de diferentes distancias (en cualquier lugar desde los 10K – 105K).
Fue la amiga de Grégoire, Mathilde Barbier, quien le presentó los productos en un momento en que sabía poco sobre entrenar con suplementos nutricionales, pero desde que Mathilde le enseñó a utilizar los productos él comenta que han cambiado considerablemente su rendimiento. En sus primeros días de competición, Grégoire corría con el estómago vacío tras sufrir muchos dolores de estómago debido a los clásicos desayunos. Si bien eso alivió los dolores de estómago, tenía poca energía. Ahora, kilómetro tras kilómetro, él cuenta con el complemento alimenticio SLMsmart como combustible para continuar corriendo y como batido recuperador.
Uno de los mayores retos al que los corredores del Marathon des Sables se enfrentan es el tema de la comida y la nutrición. Como se espera que los corredores sean autosuficientes y lleven empaquetada toda la comida que necesitan para los siete días de carrera, Grégoire sabía que necesitaba una comida ligera, fácil de transportar y nutricionalmente densa. Empaquetó suficiente SLMsmart para dos raciones diarias, una de ellas para bebérsela antes de la carrera por la mañana y la otra después de la carrera como ayuda para sus músculos necesitados de alimento.
“Se indicaba en los rankings que mientras la velocidad de la mayoría de los corredores disminuía día tras día, yo tenía energía para mantener la mía,” explicó.
Mientras que puede que muchos vean el Marathon des Sables (256K) como un reto abrumador poco menos que una auténtica locura, para Grégoire fue sólo una carrera más.
“No hay nada excepcional,” comentó. “No soy un atleta olímpico. Tan sólo soy una persona normal. Estoy bastante convencido de que cualquiera puede hacerlo. No empecé a correr pensando en que alguna vez terminaría una distancia superior a la de una maratón. Cualquier cosa puede sonar increíble e imposible cuando no la has realizado, pero sólo por el hecho de que no hayas hecho algo no significa que no seas capaz.”
Durante los últimos 28 años, los ultramaratonianos han acudido a este desolado paisaje, ansiosos por asumir el reto de lo que se conoce como “la carrera a pie más dura del mundo”. El evento de este año descubrió al consumidor de Synergy Grégoire Chevignard entre sus corredores, un lugar en el que jamás se hubiera imaginado unos años atrás. Confió plenamente en los productos Synergy para que le estimularan en su travesía y terminó la carrera con fuerza luciendo una camiseta con la marca Synergy y una sonrisa de alivio.
Grégoire sería el primero en decirte que no es un deportista profesional. Él tiene un trabajo normal de jornada completa y una vida familiar ajetreada en París con su mujer y sus tres hijos. Su experiencia en la competición empezó relativamente de forma modesta. Tras un paréntesis de 19 años después de terminar su primera y única maratón, él y sus hermanos se inscribieron en el 10K como una apuesta familiar. Sus horribles tiempos tan sólo alimentaron su espíritu competitivo; inmediatamente se inscribieron en la Maratón de París en abril de 2014 disponiendo de seis meses para entrenarse para el evento.
A medida que el evento se acercó, Grégoire sintió dudas sobre seguir adelante pero, en lugar de anular su inscripción, satisfactoriamente transformó su pánico premaratoniano por una nueva inscripción en una carrera más dura incluso después de la Maratón de París. Ahora estaría preocupado por la carrera 63K del mes que viene, lo que hizo que la próxima maratón pareciera un reto mucho más suave. Y así comenzó su pasión por las carreras. Durante el pasado año se ha enfrentado a más de una docena de carreras de diferentes distancias (en cualquier lugar desde los 10K – 105K).
Fue la amiga de Grégoire, Mathilde Barbier, quien le presentó los productos en un momento en que sabía poco sobre entrenar con suplementos nutricionales, pero desde que Mathilde le enseñó a utilizar los productos él comenta que han cambiado considerablemente su rendimiento. En sus primeros días de competición, Grégoire corría con el estómago vacío tras sufrir muchos dolores de estómago debido a los clásicos desayunos. Si bien eso alivió los dolores de estómago, tenía poca energía. Ahora, kilómetro tras kilómetro, él cuenta con el complemento alimenticio SLMsmart como combustible para continuar corriendo y como batido recuperador.
Uno de los mayores retos al que los corredores del Marathon des Sables se enfrentan es el tema de la comida y la nutrición. Como se espera que los corredores sean autosuficientes y lleven empaquetada toda la comida que necesitan para los siete días de carrera, Grégoire sabía que necesitaba una comida ligera, fácil de transportar y nutricionalmente densa. Empaquetó suficiente SLMsmart para dos raciones diarias, una de ellas para bebérsela antes de la carrera por la mañana y la otra después de la carrera como ayuda para sus músculos necesitados de alimento.
“Se indicaba en los rankings que mientras la velocidad de la mayoría de los corredores disminuía día tras día, yo tenía energía para mantener la mía,” explicó.
Mientras que puede que muchos vean el Marathon des Sables (256K) como un reto abrumador poco menos que una auténtica locura, para Grégoire fue sólo una carrera más.
“No hay nada excepcional,” comentó. “No soy un atleta olímpico. Tan sólo soy una persona normal. Estoy bastante convencido de que cualquiera puede hacerlo. No empecé a correr pensando en que alguna vez terminaría una distancia superior a la de una maratón. Cualquier cosa puede sonar increíble e imposible cuando no la has realizado, pero sólo por el hecho de que no hayas hecho algo no significa que no seas capaz.”
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